4 de agosto de 2009

Segoviano

Y si viene Segovia y termina con el arte y con la muerte?

Daniel Durand

Palabras que fosforecen después de escupidas;

el rock está muerto

y la groupie que ya es abuela;

tu despedida enfurecida que hace de un portazo saltar el picaporte;

la ropa de fajina del matrimonio que se torna ceñida;

el coito interrumpido y

la paja en el baño con desgano; luz artificial desde la calle, la ventana, llega media muerta

a abrazarse a esta belleza tibia.

diez años fuera de Caseros

fueron una cárcel sin las visitas ni los turnos de guardia;

ahora, sin haber cumplido la promesa morrisoniana

de largarte a los veintisiete,

estás en el palacio del exilio, donde la cerveza helada

y el ansiolítico amor del rivo

Y a Segovia se lo llevan de los pelos

(saltó lo de la efedrina)

Yo lo conozco a Segovia!

Al negro Segovia, me lo presentó Pastore;

allá en Villa Luro vive el negro, que no se daba con nada

hasta que mostró la hilacha,

y sacó de la media

un bagullo fresco y oloroso

casi tan rico

como la goma de Caballito

el negro Segovia —que no hacía ninguna—

toma merca y cola pepa

ya nos pasó a todos

—danza el pacman del Savoy—

es el héroe del whisky, el más de los Treinta,

es el pulenta de Liniers

Ojala venga el negro y termine con el arte

y con la muerte!

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