Si abro el portón de mi parque, coloco frente a él una silla (la que más me gusta por ejemplo), me siento y espero. Espero... ¡no importa cuánto tiempo! Si me siento a esperar frente al portón, en medio de mi parque: ¿Vas a venir? ¿Vas a llegar corriendo para quedarte toda una temporada atrapada voluntaria en esta trampa para dos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario