13 de julio de 2012

Barragán II


Liberando los sueños


para la nenita del diagonal

Hace un par de meses que se instaló la algarabía.
Todavía están marcadas en la arena
las huellas de sus botas
—las de sus hombres—
en la costa este del dique.
La embarcación casi inmóvil,
de noche, cuando todos duermen,
emana perfumes de mares asoleados,
de pólvora húmeda,
y de arrecifes, y de sangre y sirenas.
Algunos chicos
se llegan hasta El Faro y sacan fotos
del mar de El Cajón;
hay una gran roca que de noche
contra el fondo luminoso
de la ciudad
da el perfil perfecto de un dibujo animado que
Ángel nos mostró una noche de verano.
Y esos chicos se andan
con especulaciones sobre el navío,
que si cruzó los siete mares,
que si en la cubierta se celebraron
orgías y revoluciones,
que si muchos hombres caminaron 
—de allí—
a la boca del tiburón,
esos lobos del agua en los sueños del pirata.

Barragán
nos salvó de las últimas pestes sobre
la tierra
—la culpa y el embole—
y ahora que lo pienso
volvimos a narrar en verso
como en los Romances del medioevo.
Barragán es la nueva red social!
el más innovado celular!
Barragán es todo aquello que está de moda!
Barragán está en el boca a boca!
¿Qué puede hacer a futuro y "a priori"
un hombre como él que
sueña con leones?

Una mañana, Barragán el pantera,
dueño de la acracia y de los vientos
se enfrentó al ajedrez con esa monstruosidad
que gerencia el pueblo.
Barragán triunfante
desterró a la ballena
varada en la municipalidad,
al tiempo que liberó
a cada funcionario, a cada empleado,
de aquellos a los que se les regala un sueldo.

Barragán, Barragán,
somos presos de un amor sin Historia!
Ah, el corsario no pudo
multiplicar el pan y el vino
pero puso a los desocupados
a machacar lúpulo y centeno,
y a fermentar
en la cerveza sus sueños.
Barragán prepara la expedición.
No quiere morir aún y pide a gritos visitar
la tierra fría que domina
el imbécil al que no se le puede permitir
"un apellido que suene igual
al de aquel que escribió
el gran libreto de Charly Marx"

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