En el verano me porté como
un viking depresivo:
engordé 10 kg,
me tomé 10.000 cervezas
y escuché las canciones más tristes de la época.
Lloré como la mujer
del nórdico que tomando casco y espada
se lanzó a la nave
y se fue a que lo trague el mar
en su barquita rompeolas.
Lloré como una rubia de trenzas
sola en la playa
¡nieblas!
En el verano me porté como
un viking depresivo:
engordé 10 kg,
me tragué 10.000 cervezas
y escuché las canciones más tristes de las sierras.
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